Esta es una casa de familia

Esta es una casa de familia
Por los años 40 funcionó un prostíbulo en una prolongación de la calle Ayacucho de Los Teques, que alcanzó fama entre los parroquianos y los muchos visitantes que llegaban en el tren para temperar en la ciudad.
Con su farol rojo sobre la puerta, para indicar que se trataba de un lugar donde sólo podían entrar hombres mayores de edad, la casa recibía en medio de la música y el baile, a los clientes que buscaban distracción y placer.
Pero un día, como pasa con todo, la dueña murió, y la casa debió cerrar las puertas que antes se abrían a los amigos de las farras nocturnas.
Lo grave del caso fue que durante mucho tiempo, la familia que se mudó a la casa donde antes quedaba el antiguo prostíbulo, tenía que abrir en medio de la noche a los que llamaban impaciente, para explicarles que ahora ese era un hogar de gente decente, y no lo que ellos buscaban, hasta que un día se les ocurrió poner un letrero sobre la puerta que decía: Esta es una casa de familia.

0 comentarios:

Publicar un comentario